Rehabilitación
tras un ictus
Todos hemos oído hablar de lo importante que es la
actuación inmediata ante un accidente cerebrovascular. Cuando se activa un
código ictus (nombre utilizado en el servicio hospitalario para dar prioridad
al paciente que viene afectado) es importante no demorarse más de seis horas
hasta la atención de un neurólogo, esto es crucial para obtener un buen
pronóstico. Además la decisión acerca del hospital al que se traslada a los
pacientes puede influir en su evolución posterior, por lo que los hospitales a
los que se deriven deben disponer de unos servicios mínimos que garanticen el
acceso a pruebas de imagen cerebral y a una atención especializada por un
equipo multidisciplinar.
- Pero ¿qué es un ictus?
Un ictus es una enfermedad
neurológica que se produce cuando el flujo sanguíneo del cerebro se interrumpe.
Existen dos tipos:
Ictus isquémico:
Cuando el flujo sanguíneo
se interrumpe por una obstrucción (por ejemplo por un trombo) en un vaso
sanguíneo.
Ictus hemorrágico:
Cuando un vaso sanguíneo se
rompe, causando un sangrado dentro del cerebro.
Un Ataque Isquémico
Transitorio (AIT): Es un tipo de ictus isquémico que se produce igualmente
por la interrupción del flujo sanguíneo, pero de manera temporal, siendo
habitual que los síntomas duren unos pocos minutos y que el paciente se
recupere totalmente en menos de 24 horas. El AIT incrementa el riesgo de
padecer un ictus y es, al igual que éste, una urgencia médica.
- Síntomas:
- Pérdida brusca de movimiento o debilidad del brazo, pierna o cara, especialmente cuando se produce en un lado del cuerpo.
- Problemas repentinos de visión, en uno o ambos ojos.
- Dolor de cabeza repentino sin causa conocida.
- Dificultad en el habla: balbuceo, incapacidad para encontrar palabras adecuadas o no ser capaz de comprender lo que otras personas dicen.
- Problemas repentinos al caminar o pérdida de equilibrio o de la coordinación.
- Sensación brusca de acorchamiento u hormigueo en la cara, brazo y/o pierna de un lado del cuerpo.
-
- Secuelas y complicaciones tras haber sufrido un ictus:
- Problemas físicos y
alteración del movimiento.
- Caídas.
- Visión.
- Lenguaje.
- Sensibilidad.
- Espasticidad.
- Dolor central.
- Sondas para una correcta
nutrición.
- Disfagia.
- Incontinencia urinaria.
- Problemas psicológicos
- Alteraciones del humor.
- Tratamiento de rehabilitación tras el ictus.
La rehabilitación es uno de
los aspectos más importantes de una persona tras sufrir un ictus. Como he
mencionado antes, pueden surgir secuelas y complicaciones que impidan la
realización de actividades cotidianas, realizadas antes de sufrir el ictus con
normalidad.
Nuestro objetivo será
proporcionar al paciente el mayor grado de autonomía posible, mejorando las
capacidades afectadas, aumentando así la calidad de vida del paciente. Es
necesario tratar al paciente junto con un equipo multidisciplinar (médicos,
enfermeros, psicólogos...) y no olvidar la importancia de la implicación
directa de la familia.
Es muy importante comenzar
con la fisioterapia cuanto antes, pudiéndose iniciar en el hospital (en fases
muy tempranas) y continuar de forma ambulatoria o en clínicas de fisioterapia.
En primer lugar
se debe realizar una evaluación completa
para identificar cuáles son las discapacidades y necesidades del paciente
identificando también lo que el paciente puede realizar. Tras esta evaluación
se planificará un tratamiento con unos objetivos a corto, medio y largo plazo.
Durante el tratamiento debemos reflejar los resultados para compararlos con el
estado inicial.
Debido a que
cada paciente es diferente y las zonas del cerebro dañadas varían de una
persona a otra, la recuperación de las capacidades no será igual y debemos
hacer un programa específico para cada paciente. Es muy importante que no sólo
nos fijemos en la técnica a realizar sino que debemos motivarles y animarles
para que puedan conseguir sus objetivos y así obtendremos también una
participación activa.
La recuperación dependerá de la motivación y
la extensión del daño cerebral.
Además es
importante tener en cuenta la influencia de otros factores a la hora de la
rehabilitación como serán la edad, factores de riesgo y un estado general.
El tratamiento
está basado en la estimulación y utilización de diferentes técnicas, basándose
en la plasticidad neuronal que no es
más que la capacidad adaptativa que posee el Sistema Nervioso para minimizar
los efectos de las lesiones modificando su propia organización estructural y
funcional.
- Algunas de las alteraciones que trata el
fisioterapeuta son:
- Alteraciones del movimiento y de la
coordinación.
- Alteraciones del tono muscular.
- Alteraciones del control postural y
del equilibrio.
- Incapacidad para caminar.
- Alteraciones sensitivas.
- Trastornos cognitivos.
- Alteraciones de la función pulmonar.
- Alteraciones como: la incontinencia, la
depresión, las alteraciones del habla y el lenguaje, la alteración de la deglución (disfagia), se tratan en colaboración con el resto
de profesionales del equipo.
El fisioterapeuta también
enseñará al paciente y a su familia la forma de realizar las transferencias (cambios de postura),
cómo colocarse para dormir y otras actividades de la vida diaria (AVD). Sin
embargo, es importante que el paciente haga todo lo que le sea posible dentro
de sus posibilidades, para estimular así su recuperación.
El tratamiento no es solo
cuando se encuentre con el fisioterapeuta, sino que será importante tener en cuenta las técnicas que aprenden
durante las sesiones para practicarlas en casa también, el tratamiento es 24 horas al día.
TAMARA RICARTE
Fuentes:
http://www.stroke.org/stroke-resources/raise-awareness-stroke/stroke-awareness-resource-center/%C2%BFqu%C3%A9-es-un-ataque-cerebra-1
http://www.fisioterapianeurologica.es/documentos/GPC_466_Ictus_AP_Lain_Entr_paciente.pdf
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