¿CÓMO IDENTIFICAR UNA POSIBLE ESCOLIOSIS?
La escoliosis consiste en una
deformación de la columna vertebral en forma de “S”. La mayoría de las
escoliosis son de causa desconocida aunque también pueden ser congénitas o
neuromusculares. Es habitual que aparezca en la adolescencia coincidiendo con
los picos de crecimiento.
Hay que diferenciar entre
escoliosis estructurada y actitud escoliotica, en la primera hay una rotación
de las vértebras y por tanto la deformidad es permanente. En la actitud
escoliotica no se produce rotación de las vértebras por lo que se puede
corregir la deformidad, suele estar relacionada con la postura y por lo general
no produce dolor por tanto debemos prestar atención a los posibles signos que
nos indican su presencia.
Principalmente nos fijaremos en
las asimetrías, para ello se usaría una plomada que dejaríamos caer desde el
occipital pasando por la línea media del cuerpo. Observaremos si la altura de
los hombros es distinta, si
sobresale más una escápula que la
otra y también prestaremos atención a la cadera
comprobando si la curva de la cintura es igual en ambos lados. También
comprobaremos si las curvas se reducen al tumbarse.
Para diferenciar si se trata de
una escoliosis estructurada (más grave) o si es una actitud escoliotica
realizaremos el denominado test de Adams. Consiste en pedir que realice una
flexión de tronco, como si quisiera tocarse los pies. En esta posición podremos
observar si aparecen gibas en uno de los lados. Si las hubiera son signo de que
la escoliosis es estructurada.
La cinesiterapia puede ser muy
útil en el tratamiento de la escoliosis. Es eficaz para: corregir defectos
posturales asociados, disminuir la rigidez tanto capsuloligamentosa como
muscular, disminuir asimetrías del balance muscular y mejorar los defectos de
equilibrio y propiocepción.
-La corrección postural, es muy
importante que tome conciencia de la deformidad para que realice una
autocorrección de la postura, equilibrando hombros, reduciendo la giba y
corrigiendo la inclinación lateral.
-La flexibilización del tronco,
para evitar el denominado dorso plano.
-El fortalecimiento muscular,
sobre todo de abdominales, espinales y los músculos de la cintura.
-Los ejercicios respiratorios,
muy importante cuando la deformidad es muy grande y puedan producirse
dificultades para respirar, aumentaremos la capacidad vital, mejoraremos la
movilidad de las costillas y trataremos de lograr la simetría del tórax.
Prestando atención a los puntos
que se indican podríamos llegar a la sospecha de una escoliosis, de cualquier
modo para asegurarnos deberemos de acudir al médico para que confirme (o
descarte) nuestras sospechas y realice una radiografía. Hay que recordar que la
mayoría se producen en la adolescencia (con las etapas de crecimiento) y las
malas posturas favorecen su aparición por lo que deberemos vigilar
especialmente a los niños que se encuentran en esta etapa.
Ángela Martínez
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