Correr es una de las actividades más populares por su sencillez, ya que sólo son necesarias ropas cómodas y zapatillas. Todo el mundo comienza esta actividad con mucho ánimo, energía y empeño. Pero al poco tiempo, comenzamos a sentir ese dolor que nos impide continuar y nos lleva al desaliento...
¿Qué es el flato?
Está descrito por médicos como un
dolor abdominal transitorio vinculado al ejercicio que puede ser tan
molesto como para interrumpir la actividad, y que suele desaparecer
al disminuir o detener la intensidad de la actividad. Suele ser agudo
y punzante y localizado en la zona abdominal, debajo de las
costillas. Existen estudios que demuestran que está relacionado con
la edad: a más joven, más propenso a padecerlo.
También está demostrado que es benigno y que no tiene repercusión
sobre la salud.
¿Por qué se produce?
Las causas que conllevan a su aparición
no están muy claras. Existen diversas teorías muy extendidas, como
la escasez de oxígeno en el diafragma, rigidez de la columna
vertebral, tensión de los ligamentos que unen el estómago con el
diafragma, calambres producidos debido a que los órganos se empujan
hacia abajo y el diafragma empuja hacia arriba al expulsar el aire,
o irritación del peritoneo (membrana que envuelve los órganos) por
el rozamiento e impacto de las vísceras durante la actividad.
Esta
última teoría explica por qué cuando comemos o bebemos antes de
correr hay más posibilidad de sufrir flato, y es que al pesar más,
el estómago hace más impacto con los demás órganos.
Otra teoría
se basa en que durante la actividad, se realiza una regulación del
flujo sanguíneo y la sangre se dirige hacia los músculos que están
realizando el movimiento y el diafragma no recibe la suficiente
cantidad de sangre, por lo que se fatigaría y produciría dolor. Y
si además sumamos comida y bebida, también se requiere más
cantidad de sangre en los órganos encargados de la digestión, y el
diafragma se fatiga y adolece más todavía.
¿Cómo podemos tratarlo y prevenirlo?
Para volver rápidamente a la
competición o al entrenamiento una vez que ha aparecido, lo primero
ha realizar es bajar el ritmo o caminar hasta que el dolor
desaparezca, también podemos realizar inspiraciones más profundas
(abdominales), presionar la zona dolorida con la mano, contraer el
abdomen voluntariamente (tensarlo),
Para prevenir su aparición en el
futuro, es necesario fortalecer los músculos de la espalda y los
abdominales, no realizar ejercicio física al menos dos horas después
de la última comida y beber agua a pequeños sorbos para no hinchar
el estómago. Si la aparición del flato es muy común, puede que
esté relacionado con alguna alteración postural, por lo que se
recomienda acudir al fisioterapeuta para hacer una valoración de la
misma.
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